
12 May Fibromialgia y fatiga Crónica: Cuando el Dolor
Fibromialgia y Fatiga Crónica: Cuando el Dolor y el Cansancio Persisten
Sentir dolor muscular generalizado y un agotamiento extremo que no mejora con el descanso puede ser desconcertante y limitante. Si estas sensaciones son persistentes, es posible que estés experimentando fibromialgia o fatiga crónica. Aunque a menudo se confunden, ambas condiciones comparten síntomas significativos y pueden afectar profundamente la calidad de vida. En nuestro centro de psicología , comprendemos la complejidad de estas condiciones y ofrecemos apoyo para gestionarlas.
La fibromialgia se caracteriza principalmente por dolor musculoesquelético generalizado, acompañado de puntos sensibles específicos al tacto. Además del dolor, las personas con fibromialgia a menudo experimentan:
- Fatiga profunda y persistente, incluso después de dormir.
- Problemas de sueño, como dificultad para conciliar el sueño o despertares frecuentes.
- Niebla mental, manifestada como dificultad para concentrarse, problemas de memoria y confusión.
- Problemas digestivos, como síndrome del intestino irritable (SII).
- Ansiedad y depresión.
Por otro lado, el síndrome de fatiga crónica (SFC), también conocido como encefalomielitis miálgica (EM), se define por una fatiga extrema que no se alivia con el descanso y que empeora con la actividad física o mental (malestar post-esfuerzo). Otros síntomas comunes incluyen:
- Deterioro de la memoria y la concentración.
- Dolor muscular y articular.
- Dolor de cabeza.
- Sueño no reparador.
- Mareos.
¿Cómo abordamos la fibromialgia y la fatiga crónica desde la psicología?
Aunque la causa exacta de la fibromialgia y la fatiga crónica aún no se comprende completamente, se sabe que factores psicológicos como el estrés, la ansiedad y la depresión pueden desempeñar un papel importante en su desarrollo y exacerbación. En nuestro centro de psicología, ofrecemos un enfoque integral que puede incluir:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Para ayudar a identificar y modificar patrones de pensamiento y comportamiento negativos que puedan estar contribuyendo a los síntomas.
- Técnicas de relajación y manejo del estrés: Para reducir la tensión muscular y la ansiedad.
- Mindfulness y terapias de aceptación y compromiso (ACT): Para aprender a vivir con el dolor y la fatiga, enfocándose en valores y acciones significativas.
- Apoyo emocional y psicoeducación: Para comprender mejor la condición y desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas.
- Intervención en problemas de sueño: Para mejorar la calidad del descanso
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